"Grandes enigmas y misterios de la humanidad"
Filosofía, arte, esoterismo e historia.


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en búsqueda de aquellos grandes enigmas y misterios de la humanidad.

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¡No leas este blog! Que es satánico y triste ¡No leas este blog! Que el
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Algunos filósofos que cometieron suicidio


Anaxágoras (500 a. C - 428 a. C.), filósofo presocrático que concibió el “nous”, la mente, el pensamiento, cómo origen de todo lo existente. Se caracterizó por la explicación racional de los fenómenos de la naturaleza. Huye de Atenas tras ser acusado de impiedad (acusación muy frecuente contra los filósofos, aún hoy en día) y se suicida por inanición. En este caso, el suicidio es motivado por la derrota personal del filósofo.

Empédocles de Agrigento (495/490 - h.435/430 a. C.) Filósofo griego. Postulador de la teoría de las cuatro raíces: el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes, las cuales se mezclan en los distintos entes sobre la Tierra. Una leyenda, recogida entre otros por el poeta latino Horacio, afirma que murió lanzándose al río Etna para tener un final digno de su divinidad. El motivo aparente de su muerte era la vanidad o por el honor, necesidad más grande que la preservación de la propia vida.

Demócrito de Abdera (460 a. C. - c. 370 a. C.), “El escogido del pueblo” según la raíz etimología, o “el filósofo que ríe” según los renacentistas. Fue un Filósofo materialista famoso por desarrollar la teoría atomista concebida por su maestro Leucipo. Muere muy anciano, cerca de los 100 años de inanición, durante la festividad de los Tesmoforios, para honrar a la diosa Ceres. Se suicida curiosamente cómo Anaxágoras, por inanición, pero con otro estado de ánimo. También es curioso el contexto: Durante la festividad de la diosa de la agricultura y de las cosechas, cuando hay abundancia de comida. Demócrito quiso morir de hambre en la abundancia de sus semejantes.

Sócrates (470 a. C - 399 a. C.), el filósofo por excelencia. Su gran contribución a la historia de la Filosofía es la mayéutica como método para descubrir la verdad y no para simplemente fastidiar, cómo la usamos en nuestros días. Acusado por el Estado ateniense de despreciar a los dioses y corromper la moral de la juventud, se vio obligado a beber la venenosa cicuta, aun teniendo la oportunidad de huir. En éste caso, el suicidio es un testimonio de su postura filosófica, lo que le hace ganar ese lugar privilegiado en la Historia de la Filosofía.

Hegesias de Cirene (300 a.C. - 280 a.C.) Filósofo de la escuela cirenaica, conocido como “Pisitanatos” o “El Persuasivo de la Muerte”, éste filósofo le da un giro filosófico al suicidio: El suicidio como Filosofía. Según cuenta Cicerón: "Así pues, si buscamos la verdad, la muerte nos aleja de los males, no de los bienes y por cierto tan copiosamente es sostenido esto por Hegesias el cirenaico, que se dice que el rey Ptolomeo le prohibió que hablara de esto en las escuelas, porque muchos, oídas estas cosas, se daban ellos mismos la muerte". Según Cicerón, también muere de inanición autoinfligida. Lo interesante es ver como el poder político se opone al concepto de suicidio, cuando sus ciudadanos son jóvenes y todavía productivos para el estado.

Zenón de Citio (333 – 264 o 262 a. C.) Fundador de la escuela Estoicista. Para Zenón, el conocimiento se adquiere por medio de los sentidos (empirismo); cree en un principio rector del Universo (Divinidad) y la ética estoicista racionalista nos ayuda a ser congruentes con la divinidad, oponiendo una resistencia constante a las pasiones o sentimientos dañinos. Se suicidó al llegar a la vejez, de acuerdo con su principio de que el sabio debe desprenderse voluntariamente de la vida cuando la senilidad le prive de los bienes supremos del conocimiento y del autodominio. Según Diógenes Laercio, se suicidó aguantando la respiración (cosa poco creíble), otros cuentan que murió ahogándose de la risa ante la contemplación de un burro alcoholizado. Parece haber contradicción entre el concepto de suicidio y la Filosofía estoicista, es decir, soportar las vicisitudes de la vida hasta el final.

Cleantes de Asos (330 o 300 a. C. - 232 a. C.) Filósofo de la escuela estoica, discípulo de Zenón de Citio. Comenzó su carrera de filosofía a los 50 años, desempeñándose antes en diversos oficios. Cómo los estoicos, Cleantes aceptaba los avatares del destino (Coherente con quienes creen en Dios). También se suicida anciano, después de que por un dolor de encías le recomendaron no comer, aún después de haberse curado, siguió con el ayuno hasta la muerte. Parece ser que el suicidio es el final preferido para los estoicistas.

Dionisio de Heraclea (siglo IV a.C.) “El que cambió de parecer”, una forma elegante para decir que desertó de la escuela estoicista para pasarse a la contraria, la hedonista. La actitud de Dionisio de abandonar la llamativa escuela estoicista, impulsado por el dolor (la pérdida de la vista), aunque le representó fama de desertor y apóstata, revela coraje y autenticidad intelectual. “Es de sabios cambiar de opinión”. También acabó con su vida por inanición. Y si dejó de ser estoicista ¿Porque se suicidó? Al parecer, por un fístula en el labio que parecía mortal (cuenta Antígono de Caristo que fue por impotencia sexual dada su avanzada edad), por lo cual “era el momento oportuno de para terminar de una vez con su vida”, en palabras de Cleantes al propio Dionisio, su condiscípulo estoicista, quién trató de disuadirlo de que no se suicidara. Quizás su decisión de suicidarse como Cleantes, por inanición, respondía al convencimiento de que le había naturalmente llegado la oportunidad de morir (kairotanasia) y de que no debía dejarla pasar. Sin embargo, la escuela hedonista es más congruente en recomendar el suicidio, cuando la fuerza y el intelecto se debilitan tanto que se hace imposible la autonomía y la independencia personal y en ese sentido Dionisio fue bastante congruente al cruzar del estoicismo al hedonismo.

Demonacte (¿?) Filósofo cínico, vivió voluntariamente en pobreza. Demonacte admiraba a Diógenes, el cínico, y combatía a quienes practicaban la filosofía por mero exhibicionismo y no para buscar la verdad: “El kairós encarnaba el momento decisivo de las competencias no sólo porque los competidores y los ganadores le tributaban ofrendas, sino porque se cantaba un himno al kairós al comienzo o al final de los juegos”. Su discípulo Luciano de Samosata cuenta que vivió más de 100 años y “abandonó la vida voluntariamente”. Había dicho: “Termina ya el certamen que concede los más hermosos premios y ya es hora de no más demorarse”. Y, mediante la abstinencia de todo alimento (pánton aposjómenos), se retiró de la vida con ánimo alegre, como siempre se había mostrado a los demás (Vida de Demonacte, 65). Con Demonacte, vemos que sin importar la escuela filosófica; sea estoicista, hedonista o cínica; el autoinfligirse la muerte era un procedimiento común en el mundo griego.

Es bastante significativo que muchas de esas muertes hayan sido por inanición y todas ellas anteriores a la práctica religiosa jainista del sallekhana, que consiste precisamente en morir por abstinencia de alimento y agua. Esta práctica es permitida con una serie de condiciones, como el hecho de ser de edad avanzada. ¿El Sallekhana está inspirado en las muertes autoinflingidas de estos filósofos de la antigüedad?

Lucio Anneo Séneca (4 d.C. - 65 d.C.) Filósofo y político (combinación extraña en nuestros días) es el máximo exponente del estoicismo romano justo en el peor momento de la decadencia romana. Acusado de conjura por el emperador Nerón, discípulo suyo, decidió morir abriéndose las venas, al no lograrlo, bebió la venenosa cicuta, sin resultados. Finalmente se asfixia en una tina caliente, víctima del asma que padecía. ¿Qué pensaba Séneca del suicidio?Ésta vida, como sabes, no ha de ser retenida siempre, pues lo bueno no es vivir, sino vivir bien. Por eso el sabio vivirá tanto como deberá, no tanto como podrá; él verá dónde ha de vivir, con quiénes, cómo y qué ha de hacer. Él piensa a toda hora cuál sea la vida, no cuánta; si se le presentan muchas molestias y estorbos que perturben su tranquilidad, se licencia a sí mismo. Y no hace esto en la última necesidad, sino que tan pronto como empieza a serle suspecta la fortuna, reflexiona con toda diligencia si ha de acabar de una vez. Juzga que ninguna importancia tiene para él, si ha de cansarse o ha de esperar su propio fin, si ha de ser más temprano o más tarde; y no siente ningún temor como de una gran pérdida. Nadie puede perder mucho en aquello que se escurre gota a gota. Morir más tarde o más pronto no tiene importancia; lo que importa es morir bien o mal… la vida no ha de comprarse a cualquier precio… (OC LXX, 495). En este caso Séneca se suicida por el terror a la muerte por tortura, pero destaca en la Historia de la Filosofía por su maravillosa obra literaria y por el contraste entre su vida ascética y la depravación del peor emperador romano de la Historia.

Durante la Edad Media, la teología cristiana dominó a la Filosofía (de hecho era la única filosofía occidental) y las ideas sobre el suicidio de San Agustín de Hipona, visto como pecado mortal, redujeron el número de suicidios e intentos de suicidio, o al menos se hicieron menos conocidos. Eso no impidió que los artistas jugaran con la idea del suicidio y ya en el periodo barroco tenemos a “Romeo y Julieta” de Shakespeare, aunque los motivos del suicidio no tuvieran que ver con la Filosofía. Tampoco durante el Renacimiento hubo olas de suicidio, ya que la Iglesia católica; que lo reprobaba y condenaba; seguía imperando en Europa. Es con la llegada del Romanticismo cuando el suicidio vuelve a seducir a las masas, por ejemplo con “Las desventuras del joven Werther” de Goethe. Y con la obra de “Los Poseídos” de Dostoievski, preanuncia el suicidio con connotaciones nihilistas.

George Palante (1862 - 1925) Filósofo anarcoindividualista francés. Llegó a las conclusiones de Max Stirner a partir de la lectura de Nietzsche, también le influyó la teoría del psicoanálisis de Freud. Palante llamó "la sensibilité individualiste" a su propia reacción contra todas las constricciones sociales, constricciones a las que las individualidades no deben someterse. A menudo se encuentra cercano al individualismo libertario clásico, si bien no distingue explícitamente entre sociedad y Estado: "La sociedad -escribió - es tan tiránica como el Estado, si no más. Esto es porque entre la coerción estatal y la coerción social no hay más que una diferencia de grado", por lo que este autor queda enmarcado dentro de una forma de anarquismo egoísta aristocrático. Durante su vida se ve marcado cruelmente por una deformidad corporal pues una enfermedad endocrina, deformó de una manera monstruosa sus extremidades, fue alcohólico, misántropo, un mal cazador miope y torpe, se casó con una prostituta que era analfabeta, y la mayor parte de su vida se vio marcado por el fracaso, el dolor y la melancolía, tan así que lo llevó al suicidio disparándose un tiro en la boca ante el espejo de su habitación en Hillion el 5 de agosto de 1925. En la era moderna, el motivo del suicidio parece ser el sufrimiento causado por el desprecio de este mundo (materializado, industrializado, etc.) hacia el filósofo y no al revés.

Walter Benjamin (1892 - 1940) Filósofo alemán. Su pensamiento recoge elementos del Idealismo alemán o el Romanticismo, del materialismo histórico y del misticismo judío que le permitirán hacer contribuciones perdurables e influyentes en la teoría estética y el Marxismo occidental. Su pensamiento se asocia con la Escuela de Frankfurt. Tras el intento fallido de cruzar la frontera española por la restricción de visado sin permiso de salida francés, Benjamin se suicida con una sobre dosis de morfina, para evitar ser capturado por la Gestapo. Al día siguiente de su muerte, se levanta dicha restricción. Terrible ironía. Otra vez la paradoja: El mundo me desprecia, luego me suicido. Su pesimismo queda ilustrado por la fascinación por el cuadro “El Ángel de la Historia” de Paul Klee, quién ve el devenir histórico como un ciclo incesante de desesperación.

Jean Améry seudónimo de Hans Mayer (1912 - 1978). Escritor filósofo austriaco. Améry recreó su experiencia en Auschwitz en “Más allá de la culpa y la expiación”. Publicada en 1964, la obra no escatima las críticas hacia la filosofía contemporánea. La brutalidad del universo concentracionario pone de manifiesto la insuficiencia del pensamiento de Heidegger, cuyas piruetas lingüísticas muestran su impotencia en un espacio donde la palabra marca la diferencia entre morir o vivir un día más. Al contemplar los horrores de Camboya o Chile, escribió: “A veces se diría que Hitler ha conseguido un triunfo póstumo”. Su decisión de quitarse la vida tal vez nació de esa amarga convicción. Se suicida ingiriendo barbitúricos. “Soy perfectamente consciente de que en parte ya hablo en la otra lengua, la lengua del suicidario”, dejó dicho en “Levantar la mano sobre uno mismo. Discurso sobre la muerte voluntaria.”

Primo Levi (1919 - 1987) fue un escritor italiano de origen judío sefardí, autor de memorias, relatos, poemas y novelas. Fue un resistente antifascista, superviviente del Holocausto. Es conocido sobre todo por las obras que dedicó a dar testimonio sobre dicho Holocausto, particularmente el relato de los diez meses que estuvo prisionero en el campo de concentración de Monowice (Monowitz), subalterno del de Auschwitz. Su obra “Si esto es un hombre” es considerada como una de las más importantes del siglo XX. Levi murió, aparentemente por suicidio, el 11 de abril de 1987, aunque algunos amigos y biógrafos han cuestionado el veredicto. La cuestión sigue fascinando a los críticos literarios debido a la mezcla característica de oscuridad y optimismo en la escritura de Levi, quien no dejó nota de suicidio. Levi se precipitó por el hueco de las escaleras de su edificio, desde el tercer piso en el que vivía. Algunas de las biografías publicadas con posterioridad explican este hecho como una consecuencia inevitable de las heridas abiertas de su estancia en Auschwitz (“Si existió Auschwitz, no existe Dios” la frase más famosa de Levi), así como de los horrores que allí vivió, que se reflejan en su obra. No podemos asegurar que Primo Levi se haya suicidado conscientemente, pero es probable que en el fondo de él, así lo haya deseado.


No están todos los filósofos suicidas, ni son todos los que están. El tema del suicidio fascinó a grandes filósofos y escritores como Schopenhauer, Nietzsche, Dostoievski, Cioran, etc; que consideraron la idea de suicidarse y como consecuencia escribieron grandes textos acerca del tema del suicidio como respuesta al sin sentido de la vida. Aunque los motivos para quitarse la vida son diversos, es probable que los filósofos se autoaniquilen por sus propios pensamientos. Como dijera Octavio Paz, el nihilismo es una enfermedad de intelectuales y es frecuente querer encontrar la cura a través el suicidio. Por eso me quedo con la reflexión de Camus que expone en “El mito de Sísifo”: “La vida se vivirá mejor entre menos sentido tenga”.

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